En América Latina y
en Colombia el término agroindustria fue asimilado al de AGRIBUSINESS,
adoptando la metodología de sistemas que articulaba la industria de alimentos,
la actividad de transformación de materias primas y la integración de empresas
y firmas diferentes unidas por intereses sectoriales, pero constituidas con
capital agrícola e industrial.
En Colombia, en 1960
el sector alimentario participaba con el 29% del PIB y la industria de
alimentos (excluyendo bebidas), participaba con el 2.3% de la Economía.
En relación con las
agroindustrias, se realizaron muchas caracterizaciones y clasificaciones, pero
en relación con las etapas de procesamiento y transformación de productos
agrícolas, la clasificación más difundida en América Latina y en Colombia, es
la de Austin (1960), quien tuvo en cuenta los procesos tecnológicos de capital
y los requerimientos administrativos para lograr la eficiencia, a través de la
aplicación de diferentes procedimientos. Para tal efecto, se incluyeron las
actividades más conocidas de procesamiento y los productos ilustrativos en los
cuales se requieren los procesos descritos.